Boticario Bar: todo para el enfermo

Ser el responsable de comunicación de este bar fue uno de los trabajos más creativos, divertidos y frescos que tuve: siempre se trataba de algo nuevo. La novedad como brújula, en un bar inspirado en una antigua botica porteña en plena ebullición de los locales temáticos, nada podía salir mal 🔥

La marca fue creada por Alan Berry-Rhys, llevada a la vida y materializada en el edificio por Eme Carranza, con Juan José Ortíz como líder del proyecto, dueño e ideólogo, y Johnny Hemann como diseñador ninja y director de arte.

El día a día lo llevábamos adelante con Juan y Johnny (de ahora en más J&J), y empezamos de cero con los calendarios para redes sociales, la comunicación en el punto de venta, la relación con las marcas y las colaboraciones con bartenders, cocineros y otros proyectos gastro. Todo este movimiento se transforma en contenido y en una agenda que, con el desafío de organizarlo todo en ciclos y acciones, tenía los objetivos de alcance, popularidad y venta.

¡Esos años fueron una locura! Desde ser la sede de la final de un concurso entre bartenders, hasta el festejo de un nuevo menú, o un nuevo trago, o la visita de una de las bandas más importantes del planeta, todo era una excusa para crear con J&J campañas y acciones diferenciales, incluso algunas se sostuvieron en el tiempo y ayudaron a crear esa identidad que lo convierte en un bar hermoso y único, aquel lugar alquímico, aromático y de alta calidad en Palermo, donde ir a disfrutar hasta sanar todo mal.

Durante mi año y medio de trabajo ahí, combiné la redacción con la creación de contenido digital y BTL, creé y coordiné diferentes acciones, ciclos y eventos, además de manejar las redes sociales y administrar la agenda digital del bar en sincronía con la agenda de la cocina.